La torre Eiffel
La torre Eiffel es sin duda el símbolo más representativo de París, fue construida para la Exposición Universal celebrada en dicha ciudad en 1889. Inicialmente fue llamada “Torre de 330 metros”. Diseñada por Gustave Eiffel, a quien le debe su nombre. El año escogido para volver a acoger una Exposición Universal en París no fue al hacer, era el año en el que se conmemoraba el centenario de la Revolución Industrial.
Fue construida en dos años, dos meses y cinco días, está hecha de hierro pudelado. Mide 300 metros, que llegan a los 324 con la prolongación de su antena. Durante más de 40 años fue la estructura más alta del mundo, hasta que el edificio Chrysler (Nueva York) la supero en 1930. Aunque la idea de la Torre de 300 metros no fue exclusiva de Eiffel, en 1876, durante la Exposición Universal de Filadelfia, los ingenieros Clark y Reeves (ambos americanos) idean un proyecto de un cilindro de 9 metros de diámetro por obenques metálicos, anclado en una base circular de 45 metros de diámetro, con una altura total de 300 metros. Por falta de presupuesto este proyecto no se puede llevar a cabo, pero fue publicado en la Francia en la revista “Nature”.
Dada su poca rentabilidad tras la exposición se consideró derruirla en varias ocasiones. A principios del siglo XX, con las Guerras Mundiales, las autoridades encontraron un uso para la Torre como antena de radiodifusión, con ella captaron mensajes que fueron decisivos en la ayuda a los aliados.
La Torre era vista por los artistas de la época como un “monstruo de hierro”, en febrero de 1887 cerca de 300 artistas su unen para denunciar “la inútil y monstruosa Torre Eiffel” en la carta abierta “Protesta de los artistas contra la Torre del Sr. Eiffel”. Sin embargo, cuando la industria cinematográfica empezó a desarrollarse la Torre Eiffel fue rodeada por los más ilustres cineastas, valiendo una sola imagen de la misma para que el espectador reconozca París. En las producciones norteamericanas el mostrar un plano de la Torre Eiffel destruida es símbolo de catástrofe nivel mundial, ejemplifica que lo que está pasando en ese momento en Estados Unidos sucede igual en Europa.
Este magnífico monumento atrae hoy en día más de 6 millones de visitantes al año. Quedan lejos ya las críticas que tuvo en sus inicios por ser un “monstruo” en medio de la ciudad del amor, ha pasado a ser el epicentro de la misma y un símbolo para toda la ciudad y el país.
Sara Rodríguez Laguna
Fue construida en dos años, dos meses y cinco días, está hecha de hierro pudelado. Mide 300 metros, que llegan a los 324 con la prolongación de su antena. Durante más de 40 años fue la estructura más alta del mundo, hasta que el edificio Chrysler (Nueva York) la supero en 1930. Aunque la idea de la Torre de 300 metros no fue exclusiva de Eiffel, en 1876, durante la Exposición Universal de Filadelfia, los ingenieros Clark y Reeves (ambos americanos) idean un proyecto de un cilindro de 9 metros de diámetro por obenques metálicos, anclado en una base circular de 45 metros de diámetro, con una altura total de 300 metros. Por falta de presupuesto este proyecto no se puede llevar a cabo, pero fue publicado en la Francia en la revista “Nature”.
Dada su poca rentabilidad tras la exposición se consideró derruirla en varias ocasiones. A principios del siglo XX, con las Guerras Mundiales, las autoridades encontraron un uso para la Torre como antena de radiodifusión, con ella captaron mensajes que fueron decisivos en la ayuda a los aliados.
La Torre era vista por los artistas de la época como un “monstruo de hierro”, en febrero de 1887 cerca de 300 artistas su unen para denunciar “la inútil y monstruosa Torre Eiffel” en la carta abierta “Protesta de los artistas contra la Torre del Sr. Eiffel”. Sin embargo, cuando la industria cinematográfica empezó a desarrollarse la Torre Eiffel fue rodeada por los más ilustres cineastas, valiendo una sola imagen de la misma para que el espectador reconozca París. En las producciones norteamericanas el mostrar un plano de la Torre Eiffel destruida es símbolo de catástrofe nivel mundial, ejemplifica que lo que está pasando en ese momento en Estados Unidos sucede igual en Europa.
Este magnífico monumento atrae hoy en día más de 6 millones de visitantes al año. Quedan lejos ya las críticas que tuvo en sus inicios por ser un “monstruo” en medio de la ciudad del amor, ha pasado a ser el epicentro de la misma y un símbolo para toda la ciudad y el país.
Sara Rodríguez Laguna