El fonógrafo y su historia dentro de la música
En 1889, los taquígrafos Easton y Cromlin, fundaron Columbia Phonograph Company, intentando sustituir la taquigrafía por la fonografia en Washington
Se tenían que mover a mano los primeros fonógrafos . Edison , su inventor, inscribió la patente del cilindro parlante, fabricado con cinc y con un revestimiento de hoja de estaño, un día de enero de 1877. Su destino original estaba pensado para el dictado en las oficinas que se dedicaban a los negocios. La cantante Lily Moulton, quien fue la primera en grabar su voz en este extraño aparato, quedo aterrorizada con los aullidos metálicos que este reproducía. Unos diez años mas tarde, cuando al aparato se le realizaron algunos cambios, como el cilindro de cera dura accionado por un motor pequeño, los músicos que escuchaban, experimentaron el mismo desagrado.
En 1889, los taquígrafos Easton y Cromlin, fundaron Columbia Phonograph Company, intentando sustituir la taquigrafía por la fonografia en Washington. El Congreso les arrendó varios cientos de aparatos, pero al poco tiempo los envió de vuelta, argumentando que no eran suficientemente prácticos. De ahí fueron llevados a algunas ferias y centros vacacionales, en donde fueron muy bien acogidos. Se instalaron cilindros con música popular y diálogos de humor, los que se vendían entre dos y tres dólares cada uno. A otros le colocaron varios pares de auriculares logrando ganar un muy buen dinero entreteniendo a varios clientes al mismo tiempo.
Producir cilindros era una tarea bastante lenta, ya que era imposible hacer copias. Los cantantes interpretaban muchas veces la misma canción para grabarla, a veces semanas enteras, y si eran un éxito meses completos. Sin embargo, el fonógrafo de concierto, el cual poseía una gran bocina amplificadora metálica, logro imponerse como moda. Pero el que logro que el fonógrafo fuese un práctico instrumento para distribuir música, en grandes volúmenes, fue Emile Berlinger, alemán, que cuando joven era empleado en un negocio en Washington y dejaba sus ratos libres para sus inventos.
Logró grabar en un disco de cinc, y luego invento la forma para obtener copias por impresión de un disco en negativo. Sus discos se movían solo dándoles cuerda a mano, y no eran demasiada competencia para los cilindros accionados mecánicamente, pertenecientes a la Columbia. Finalmente Eldridge Johnson, un mecánico de Camden, fabricó para Berlinger un pequeño motor con un movimiento de reloj para que el platillo portadiscos diera vueltas. En ese momento empezó una gran batalla, entre el disco y el cilindro.
María Mercedes Martínez Bruno
Se tenían que mover a mano los primeros fonógrafos . Edison , su inventor, inscribió la patente del cilindro parlante, fabricado con cinc y con un revestimiento de hoja de estaño, un día de enero de 1877. Su destino original estaba pensado para el dictado en las oficinas que se dedicaban a los negocios. La cantante Lily Moulton, quien fue la primera en grabar su voz en este extraño aparato, quedo aterrorizada con los aullidos metálicos que este reproducía. Unos diez años mas tarde, cuando al aparato se le realizaron algunos cambios, como el cilindro de cera dura accionado por un motor pequeño, los músicos que escuchaban, experimentaron el mismo desagrado.
En 1889, los taquígrafos Easton y Cromlin, fundaron Columbia Phonograph Company, intentando sustituir la taquigrafía por la fonografia en Washington. El Congreso les arrendó varios cientos de aparatos, pero al poco tiempo los envió de vuelta, argumentando que no eran suficientemente prácticos. De ahí fueron llevados a algunas ferias y centros vacacionales, en donde fueron muy bien acogidos. Se instalaron cilindros con música popular y diálogos de humor, los que se vendían entre dos y tres dólares cada uno. A otros le colocaron varios pares de auriculares logrando ganar un muy buen dinero entreteniendo a varios clientes al mismo tiempo.
Producir cilindros era una tarea bastante lenta, ya que era imposible hacer copias. Los cantantes interpretaban muchas veces la misma canción para grabarla, a veces semanas enteras, y si eran un éxito meses completos. Sin embargo, el fonógrafo de concierto, el cual poseía una gran bocina amplificadora metálica, logro imponerse como moda. Pero el que logro que el fonógrafo fuese un práctico instrumento para distribuir música, en grandes volúmenes, fue Emile Berlinger, alemán, que cuando joven era empleado en un negocio en Washington y dejaba sus ratos libres para sus inventos.
Logró grabar en un disco de cinc, y luego invento la forma para obtener copias por impresión de un disco en negativo. Sus discos se movían solo dándoles cuerda a mano, y no eran demasiada competencia para los cilindros accionados mecánicamente, pertenecientes a la Columbia. Finalmente Eldridge Johnson, un mecánico de Camden, fabricó para Berlinger un pequeño motor con un movimiento de reloj para que el platillo portadiscos diera vueltas. En ese momento empezó una gran batalla, entre el disco y el cilindro.
María Mercedes Martínez Bruno